Los cánidos (Canidae) son una familia de mamíferos del orden carnívora. Aquí se incluyen a los lobos, perros, chacales, coyotes, cuones, dingos, licaones y zorros. Estos animales son digitígrados, es decir, son animales que permanecen o caminan apoyando solamente los dedos de sus patas y son por lo general más rápidos y más silenciosos que otras clases de animales. Sus principales características en general, incluyen hocico largo y fino y cuerpo esbelto.

Soy Sandra Gordillo, psicóloga experta en Intervenciones Asistidas con Animales y en esta ocasión vengo a presentaros a Pipa, una perra labradora de cinco meses que es mi compañera de vida y en un futuro próximo de trabajo.

Como buen cachorro le gusta mucho jugar con otros perros, relacionarse con las personas, descubrir y explorar nuevos entornos, estar en casa con la familia, que le rasquen la tripa y sobre todo, su mayor afición es ¡comer!

También destacaría de Pipa que es muy cariñosa, educada, inteligente y un poco gamberra.

Aunque diga todas estas características con una gran sonrisa, debemos tener en cuenta el fenotipo, es decir, el conjunto de caracteres visibles que un individuo presenta como resultado de la interacción entre su genotipo (genes) y el medio en el que se habita.

Yo en este caso, como la genética no estaba en mis manos, trabajé en el medio en el que iba a vivir Pipa.

¿Qué es lo primero que hice?

Antes de embarcarme en una decisión tan importante y que perdura durante tantos años, decidí asistir a cursos de educación y formación canina para aprender que necesidades tienen los perros, que aportación económica te gastas a lo largo de los años, cuánto tiempo dedicas a los perros, como aprender los hábitos higiénicos, las etapas de desarrollo de los perros… Cuando comencé los cursos, ¡no sabía que el tema era tan amplio!, yo decía… ¡tengo tanto que aprender…!

Llegó el momento y me sentía preparada para incorporar a un nuevo miembro a la familia. Pedí ayuda a Mr. Hueso para que me ayudara a mí y a mi familia a llevar a cabo el proceso.

Lo primero que hicimos fue rellenar un amplio cuestionario, donde se recogían preguntas de nuestro estilo de vida, nuestras necesidades, horarios de trabajo, prioridades de nuestra vida, nuestros gustos…

El principal objetivo de este cuestionario es conseguir el bienestar animal y humano. No es lógico introducir un animal en nuestras vidas, si no voy a poder cumplir y llevar a cabo las necesidades de un animal.

Tras esta valoración, se determinó que animal debía o no, estar en nuestras vidas… Finalmente, vimos factible introducir un perro en nuestro hogar.

Decidimos también introducir un cachorro que no es lo mismo que introducir en casa un perro adulto. Para ello, leímos muchos libros sobre ello y no dejé de asistir a cursos para que, la llegada de éste, fuese un éxito en relación a nuestro bienestar emocional y el de nuestro cachorro.

Contactamos con Ronçana Labrador Retriever, un criador de Barcelona, los cuales realizan un trabajo magnífico. Llegó el momento de conocer a Pipa…¡qué nervios! Pensaba cosas como ¡espero caerle bien!, ¡quiero que sea feliz!, ¡voy a hacerlo lo mejor que sepa!… tengo que admitir que en ocasiones tenía miedo de la decisión que habíamos tomado.

Fuimos a por ella el 17 de noviembre de 2017, cuando Pipa tenía dos meses y medio. Cuando llegamos y la vimos tenía tantas emociones juntas que no sé cómo explicarlas. Algo que me tranquilizó es que nos enseñaron todos los sitios de la finca e incluso donde nacen los perros. Eso me mostró que hacen las cosas con mucha profesionalidad y que no tienen nada que esconder.

Cuando vino Pipa a casa, noté que tenía miedos y a la vez mucha curiosidad por su nuevo hogar. Su tranquilidad y adaptación tardaron en aparecer unos dos días porque poco a poco, fue conociendo a todos los miembros de la familia y a los/as compañeros/as de trabajo.

Seguimos  juntas trabajando día a día, para mejorar nuestra relación con Pipa y sus nuevos amigos perrunos. Voy conociendo que cosas le gustan y que cosas le molestan, cual es su comida favorita y cuáles son los juguetes con los que prefiere jugar durante horas.

Tengo que admitir que no todo ha sido de color de rosa, en ocasiones, he sentido tristeza y frustración por ejemplo, cuando estaba aprendiendo a morder despacio y tranquila y por ello, me he llevado algún que otro bocado. Estas emociones son necesarias a veces, en el proceso de aprendizaje.

¡No me arrepiento de la decisión que tomamos!

Como recomendación a las personas que se están planteando tener un animal en casa, deciros que es una decisión que perdura muchos años por lo que, hay que hacerlo bien desde el principio. Hay que meditar y reflexionar mucho sobre ello, y sobre todo hay que formarse antes e incluso pedir ayuda a un profesional para que os ayude en este proceso tan importante y que marcará tu felicidad durante tantos años.

Te dejamos el enlace a nuestro compañero Mr. Hueso, que podrá ayudarte a tomar las mejores decisiones antes de elegir al animal con el que compartir vuestras vidas.

Sandra Gordillo, psicóloga colegiada A-2752