El CEE Jean Piaget junto con la empresa Espacio Itaca, lleva ya tres cursos implementando proyectos de educación asistida con perros con alumnos fundamentalmente con TGD (Trastornos generalizados del desarrollo).
El curso pasado se desarrollaron los proyectos “Contigo somos uno más” y “Gg Uu Aa Uu”, éste último centrado en promover mejoras en las habilidades lectoras del los alumnos a los que fue destinado. Dicho proyecto fue además finalista autonómico de los premios a la Acción Magistral 2014 y seleccionado a nivel nacional como proyecto de innovación educativa para participar en la convocatoria de formación de redes iberoamericanas de educación promovida por la OEI en coordinación con el MECD , convirtiéndose en el primer proyecto de educación asistida con animales que recibe tal mención.
En el presente curso, las dos aulas que han participado en estas experiencias de aprendizaje han decidido desarrollar un proyecto común denominado “Pingües palabras con perros” con el que se pretende trabajar la introducción y uso de vocabulario relacionado con el perro (objetos, acciones…) para abordar tanto la lectura global de estas palabras como su correcta asociación para componer con ellas oraciones sencillas estructuradas en sujeto + verbo + complemento, basadas en la experiencia de juego e interacción de los niños con el perro y apoyadas por ilustraciones (fotografías o pictogramas). A su vez, pretendemos desarrollar la comprensión lectora que de dichas oraciones poseen los alumnos. Para ello, partiremos del nivel de lectura que tienen los diferentes alumnos que componen las clases y del trabajo que con ellos se viene realizando en las aulas.
Por otro lado, seguiremos trabajando la estructuración temporal y espacial de las sesiones así como la interiorización y uso de un vocabulario de comunicación e interacción con el perro. A lo largo de estos cursos se han trabajado las órdenes de: “saluda”, “sienta”, “tumba”, “toca” (un comunicador para que suene una canción), “silla” (para pedirle que salte a lo alto de la silla), “pasa” (para pedirle que pase entre las piernas del guía canino o entre las del propio alumno). También en las actividades con el perro los alumnos utilizaron los comandos de “coge” y “ven”. En el presente proyecto se pretende seguir manteniendo estos comandos interactivos e introducir alguno nuevo en coordinación con el técnico en intervenciones asistidas con animales de Espacio Ítaca, ya que dependiendo de las actividades que se elaboren para las sesiones de trabajo en el aula, en ocasiones se requiere que el perro aprenda nuevas habilidades para poder participar en ellas, para lo cual la labor de esta persona es fundamental.
En el centro existe plena implicación del equipo directivo desde que comenzamos en el curso 2012/2013 nuestra andadura con este tipo de experiencias. Con su apoyo facilitan la labor de que estos proyectos salgan adelante así como su difusión en diferentes medios de comunicación. Por otro lado, las familias de los alumnos que van a beneficiarse de estos proyectos están también implicadas en tanto nos aportan su confianza y su ilusión en los mismos. La trayectoria de trabajo seguida con ellas consiste siempre en reunirlas en una convocatoria colectiva para darles a conocer el proyecto, presentarles a los integrantes del mismo y pedirles su consentimiento informado para que participen sus hijos, así como los oportunos permisos y autorizaciones sobre los derechos de imagen de sus hijos para que puedan ser fotografiados o grabados y hacer uso de estos materiales con fines pedagógicos. Se les invita a seguirnos a través de las publicaciones del blog del colegio y, a final de curso, se les hace entrega de los materiales generados en el proyecto (cuadernillos con fichas de refuerzo, montajes fotográficos o de video, valoración individualizada de la participación de sus hijos…) Se pretende, que al igual que en cursos anteriores, el proyecto esté abierto a darse a conocer. De este modo, el pasado curso colaboraron con nosotros alumnos de prácticas estudiantes del Grado de magisterio, alumnado de prácticas del ciclo de atención sociosanitaria, alumnado de otras aulas del centro para colaboraciones puntuales, estudiantes de Psicología de la UNED, fotógrafos de mascotas profesionales (Mascotastudio), asesores técnicos del CAREI, Aragón TV con su programa “La madriguera”…
Podríamos definir en el proyecto tres fases diferentes tanto por su finalidad como por su delimitación temporal. La primera de ellas comienza en septiembre y acaba en enero. En ella, todos los profesionales implicados establecemos un calendario de reuniones con las finalidades de intercambiar información sobre el alumnado y establecer entre todos los miembros un buen conocimiento de los alumnos; diseñar y preparar la reunión inicial con las familias de los alumnos para darles a conocer el proyecto que vamos a llevar a cabo con sus hijos y recabar su consentimiento informado sobre la participación de sus respectivos hijos; y, en último lugar, elaborar la programación de las sesiones de trabajo con los alumnos, estableciendo los objetivos y contenidos a trabajar, las actividades, la elaboración de materiales y diseñando todo ello de modo que sea viable realizarlo con la asistencia de los perros en las aulas y velando porque se respete el bienestar tanto de los alumnos como de los animales.
La segunda fase abarca desde enero hasta finales de mayo. En estos meses llevamos a cabo el trabajo propiamente dicho que se ha programado en las sesiones de intervención. A razón de una sesión semanal, los alumnos disfrutan de actividades diferentes con la intervención y asistencia de los perros. Por otro lado, y con posterioridad a estas sesiones, llevan a cabo en el aula junto a sus tutoras actividades de recuerdo y refuerzo de lo trabajado en la sesión de educación asistida con animales. A su vez, en estos meses y tras cada sesión de trabajo, los profesionales implicados desarrollamos una evaluación de seguimiento en la que valoramos el transcurrir y las incidencias de la sesión así como el comportamiento y trabajo del perro y de los alumnos. De este modo vamos realizando las modificaciones o ajustes semanales pertinentes que garanticen el buen hacer y el desarrollo correcto del proyecto.
Finalmente, en el mes de junio, llevamos a cabo la última fase del proyecto en la que realizamos una evaluación final del mismo, transmitimos dicha valoración a las familias, les hacemos entrega de los materiales creados (fotos, videos, cuadernillos de trabajo…) y elaboramos la memoria.
Desde que comenzamos a trabajar hace dos cursos en este tipo de proyectos, nuestra mayor ilusión era establecer una forma de trabajo interdisciplinar, seria, bien planificada y coordinada en la que trabajadores con diferentes perfiles, especialidades y funciones en el centro junto a los profesionales de Espacio Ítaca, se enriqueciesen profesionalmente al aportar sus conocimientos en el diseño de un proyecto común dirigido a unos alumnos que todos comparten, a la vez que disfrutan y proporcionan a estos alumnos experiencias de aprendizaje nuevas y altamente motivadoras para ellos.
El perro es el elemento motivador y dinamizador de las actividades que se incorpora, con cada sesión de trabajo, en el aula. Capta la atención de los alumnos y nos ayuda a focalizarla en los estímulos relevantes. Por otro lado, es un potente canalizador de emociones que facilita enormemente la interacción con los alumnos y promueve su deseo de participación activa.
Las sesiones son dirigidas y dinamizadas por la tutora del aula y el técnico en intervenciones asistidas con animales que en todo momento se encarga de la participación activa del perro en la dinámica de trabajo, de la supervisión de su conducta y de velar por su bienestar. Por otro lado, la auxiliar del aula y otros colaboradores en el proyecto se encargan de supervisar y, en caso de ser necesario, corregir la conducta de los alumnos. A su vez, hay dos alumnas de psicología en prácticas que se encargan del registro de datos a través de la toma de fotografías o la grabación de videos, así como de la observación directa de los alumnos en la participación de las actividades y la plasmación de dichas observaciones en la plantilla de registro convenientemente elaborada para cada alumno.
Con empresas especializadas como Espacio Ítaca, único centro sanitario en Aragón expertos en Intervenciones Asistidas con Animales, los proyectos de educación asistida con perros, son exportables a otras aulas, centros de infantil, primaria, institutos y otro tipo de instituciones: centros de menores, residencias de ancianos, centros penitenciarios, consultas de psicología… Espacio Ítaca lleva a cabo proyectos en varias entidades además de en su propio centro. El tamaño y las características de versatilidad y sociabilidad de los perros, debidamente preparados para tales tareas, permiten trabajar en cualquier espacio (incluso domicilios particulares) y evitar que sea el usuario el que tenga que desplazarse hasta un centro específico facilitando el trabajo a nivel grupal a la vez que individualmente con cada usuario.
Para llevar a cabo un proyecto de estas características es muy importante el conocimiento que se tiene de los usuarios a los que va dirigido, para que los objetivos de trabajo que se plantean con ellos estén ajustados a la realidad de los mismos. Por otro lado, es imprescindible para que los programas tengan éxito, descartar problemas de fobias y de alergias a los perros o trabajarlos previamente.
Los perros de intervenciones asistidas, bien sean terapia, educación o actividades, deben ser animales preparados a lo largo de toda su vida para que sus comportamientos, conductas, sociabilización y manejo del estrés sean adecuados para tales intervenciones. Los perros de Espacio Ítaca son preparados por sus técnicos y conviven con ellos para que el vínculo entre ambos sea perfecto. Su entrenamiento es diario centrándose sobre todo en la socialización con otros perros y la sociabilización con todo tipo de personas, estereotipias, espacios, sillas y muletas, ruidos, elementos de trabajo, es decir, con todo aquello con lo que se puedan encontrar en las sesiones para que su comportamiento sea predecible y su bienestar adecuado, de modo que su nivel de estrés frente a los estímulos sea bien gestionado.
En el proyecto de este año los perros con los que trabajaremos son Rumba y Salsa, labradores retriever hembras, ambos de Espacio Ítaca, los cuales además de su preparación específica, llevan un control veterinario exhaustivo, más allá del obligatorio para cualquier perro, con la finalidad de evitar cualquier posibilidad de zoonosis con los usuarios.
El método de aprendizaje de los perros es siempre realizado mediante educación en positivo, es decir, se refuerza todo lo que el perro hace bien o deseamos que se repita y se ignora lo incorrecto para que deje de repetirse, de esta forma para el animal acudir a las sesiones resulta un momento agradable en el que disfruta de su participación.
Tras cada sesión el técnico en intervenciones asistidas con animales, velando por el bienestar del animal, se encarga de aportarle al perro el paseo, descanso o juegos relajantes necesarios para restablecer el nivel de estrés del animal al nivel óptimo y natural.
Puedes ver el reportaje que nos realizaron desde el Heraldo de Aragon.
Os dejamos el podcast de la entrevista que realizaron a Beatriz Gómez, la profesora del CEE Jean Piaget que dirige el proyecto en el programa La Noche de la COPE del día 18/2/2015
Nuestros proyectos de Educación Asistida con Perros viajan a Cuba para ser presentados como ejemplos de innovación educativa para niños con TEA.