Espacio Itaca logotipo, ir al inicio
26
MAY
2017

Pros y contras de amar lo que haces

“Soy Sandra Sánchez Muñoz.

Hija de Miguel Sánchez, autónomo pintor de brocha gorda

y de María Cruz Muñoz, autónoma no reconocida con grandes dotes de visión para mantener una familia humilde y gran creatividad para gestionar la empresa que llevaba su marido Miguel realizando labores de relaciones públicas y apuntando todas las llamadas en el bloc de notas de nuestro antiguo teléfono que dábamos vueltas al circulito para marcar los números”

 

Introducción

Soy de la generación del emprendimiento, y lo digo así porque siento que ha sido un boom. Los antiguos autónomos ahora son llamados emprendedores.

Parece que emprendedor es un eufemismo de autónomo. Parece que ser emprendedor mola y tiene sus eslóganes: sé emprendedor, es una aventura, lograrás tu sueño, hay mucha colaboración entre emprendedores, emprendedor sinónimo de éxito, etc.

Pero también hay fracasos, decepciones, bajas emprendedoras…vamos, el lado oscuro de emprender.

Y hay emociones en ambos lados, muchas emociones.

¿Pero…de dónde procede la palabra emprendedor?

El término emprendedor deriva de la voz castellana emprender, que proviene del latín, coger o tomar, aplicándose originalmente -tanto en España como en otros países- a los que entonces eran considerados aventureros, principalmente militares, término que posteriormente pasó a tener connotaciones comerciales.

La palabra fue definida por primera vez en el Diccionario de autoridades de 1732, todavía con esa connotación, como: «La persona que emprende y se determina a hacer y ejecutar, con resolución y empeño, alguna operación considerable y ardua». También se le describe como «Señor esforzado y emprendedor de hazañas notables, como su padre».

Está estrechamente relacionado con el vocablo francés entrepreneur, que aparece a principios del siglo XVI haciendo referencia a los aventureros que viajaban al Nuevo Mundo en búsqueda de oportunidades de vida sin saber con certeza que esperar, o también a los hombres relacionados con las expediciones militares. A principios del siglo XVIII los franceses extendieron el significado del término a los constructores de puentes, caminos y los arquitectos.

En sentido económico fue definida por primera vez por un escritor francés, Richard Cantillón en 1755 como el proceso de enfrentar la incertidumbre. Así se fue utilizando el término para identificar a quien comenzaba una empresa y fue ligado más que nada a empresarios innovadores.

 

Énfasis del espíritu emprendedor

En La educación de los emprendedores, Arieu considera que el énfasis que se está dando a la difusión y el desarrollo del espíritu emprendedor tiene sus raíces en una multiplicidad de factores entre los cuales es posible mencionar:

  • El reconocimiento de un destacado rol de las pequeñas empresas en la creación de riqueza y trabajo.

  • El notable aporte de las nuevas tecnologías a la generación de nuevos productos y empresas, con la consecuente des localización espacial de una importante parte de la actividad económica.

  • Una vida laboral caracterizada por ciclos de trabajo asalariado, empleo por cuenta propia y desocupación.

  • La orientación de las teorías económicas hacia factores humanos (capital humano) que afectan los procesos de crecimiento y desarrollo económico, por ejemplo, a partir de procesos de aprendizaje.

 

Pero vamos a ver si me entero…¿el emprendedor se hace o se nace?

Esta cuestión a mí me encanta y desde Espacio Ítaca siempre recomendamos el siguiente ejercicio que realizamos en todas las formaciones emprededoras que realizamos:

¿Has hecho tu árbol genealógico sobre los trabajos que han desempeñado tus ancestros?

Realizar este ejercicio te va a aportar mucha información relevante.

El ser humano somos genes más ambiente. En mi ADN fluye el empredimiento. Mis padres han sido autónomos, mis abuelos han sido autónomos, mis bisabuelos han sido autónomos y mis tatarabuelos han sido autónomos.

Y esta información me hizo entender que dentro de mis características de personalidad están la curiosidad, la iniciativa y la visión. Tuve muchos trabajos por cuesta ajena, pero no encajaba, bien porque tenía ideas que no eran reconocidas o porque simplemente yo me ahogaba en los trabajos donde no había cambios y adaptación.


Vale, he hecho el árbol genealógico, ¿y ahora qué?

Si ha habido antepasados autónomos en tu familia, ¡felicidades, tu contexto va a empatizar contigo!

Si no ha habido autónomos en tu familia, bueno, es tu oportunidad de dar a conocer tu faceta emprendedora pero habrá creencias limitantes en tu contexto.

También puede ocurrir, lo contrario a lo que he dicho, ¡al final el ser humano no es una ciencia exacta!

No obstante haz dos columnas, una columna con aquellas personas de tu entorno familiar que sientas apoyo y otra columna con aquellas personas que sientas lo contrario. Puede ocurrirte que te sientas bien con los resultados, pero puede suceder que alguna de las personas colocadas al ver donde está te resulte incómodo, entonces pregúntate: ¿puedo y quiero hacer algo?

Es decir, en mi caso hubo personas que sentí que no me apoyaban por el simple hecho de desconocer mi profesión. Hubo parte de esas personas que pude y quise cambiar su visión y les expliqué mi proyecto, en cambio, hubo otras personas que no pude y otras que no quise y otras ¡que ni pude ni quise!

 

¿Emprendedores, así en masculino y plural?

Hay compañeras, en femenino y plural claro que sí, pero tenemos que seguir luchando y en muchas ocasiones es devastador.

Recuerdo que cuando me hice autónoma, fue así de triste, pero pensé en que haría con la casa. Lo pensé yo, sí, pero hubo personas que también me lo dijeron. También estuvo la pregunta de: ¿pero dejarás de formar familia por tu proyecto? ¿lo podrás compaginar?

Este es un punto crucial, ¿qué creencias limitantes tienes? Haz un dibujo tuyo, un boceto, puede ser rápido, vale incluso una bola por cabeza y líneas para el cuerpo, brazos y piernas. Y pon cuerdas que aten tus pies y tus manos y de ellas frases limitantes que hagan que no te pongas en acción.

 

Oiga, y ya ha pasado mucho rato desde su definición de emprendedor pero…¿ y la de autónomo?

La palabra autónomo viene de la voz griega αυτόνομος, compuesta con αυτό- (auto- = propio) y νόμος (nomos= ley). A su vez la palabra νόμος procede del verbo νέμω (nemō = pacer, repartir, distribuir, gobernar, tener en su poder, etc.). De aquí podemos entender los dos significados que tenía la voz griega: Que se rige por sus propias leyes, independiente. El antónimo de autónomo es heterónomo, formado de ἕτερος (heteros = otro, distinto, como en heteróclito) y νόμος (nomos = ley, regla). Se refiere a una persona que obedece a reglas impuestas por otros y esto le previene hacer lo que haría naturalmente.

 

¿Y, cuál te convence: autónoma o emprendedora?

Bueno, depende del día, yo sólo sé que finales de mes sin ningún retraso se me pasa por el banco el recibo de autónomos.

Foto: Sandra Sánchez en la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo, 24 de mayo de 2017. Ponencia: «Pros y contras de amar lo que haces»


Consejos que te ofrecemos

  • El viaje no será fácil, si te pierdes emocionalmente en tu faceta emprendedora / autónoma nosotros podremos ayudarte, de manera individual y/o grupal, estaremos encantados de acompañarte en tu viaje a Ítaca.

  • Ofrecemos formaciones como:

    • Emprendimiento «Pros y contras de amar lo que haces»

    • Éxito emocional / éxito empresarial

    • Ladrido empresarial

    • El arte de cautivar

    • Las mujeres sostienen la mitad del cielo

    • Técnicas para hablar en público

  • Y actividades para empresas y asociaciones:

 

Puedes consultarnos en info@espacioitaca.com

 Artículo redactado por Sandra Sánchez Muñoz, psicóloga A-1951 y gerente de Espacio Ítaca, en mayo de 2017

 

 

Da tu opinión

*

captcha *