Espacio Itaca logotipo, ir al inicio
26
AGO
2019

Desarrollo Personal ¿La trampa del éxito?

 

Vivimos en la era de las tecnologías, la rapidez y la inmediatez. La sociedad necesita las cosas ya sea el momento que sea. El consumo y el constante interés por el crecimiento económico ha extrapolado este deseo a otros aspectos de la vida, como nuestro propio crecimiento y desarrollo personal.

 

Ser mejores, constantemente. Salir de nuestra zona de confort, conseguir un mejor trabajo, comenzar un nuevo máster, ser mejores padres/madres, conseguir la serenidad y paz constante. Vivir rápido y con muchas cosas que hacer, pero con una sonrisa porque la felicidad se elige y va por dentro ¿no?

 

 

Nadie habla de límites, de espacios de descanso, de parar o incluso de comprender lo que podemos conseguir y no. Necesitamos comprender como funcionan nuestras emociones y pensamientos y como interaccionan con las conductas porque si no, caeremos en la trampa de pedirnos cosas que no nos podemos pedir.

 

Con esto no quiero decir que el desarrollo personal esté mal y no tenga ningún sentido. Hay aspectos del desarrollo personal que tienen un enfoque de autoconocimiento, crecimiento y cambio que todas las personas necesitamos en un momento dado en nuestras vidas. ¡Y los cambios también son buenos!

 

Por tanto, mi objetivo con este artículo de opinión es hablar de mitos y realidades. Acotar la definición y clarificar qué es y qué no es el desarrollo personal  ¿Comenzamos?

 

Mito 1: El desarrollo personal es conseguir la imperturbabilidad emocional y la serenidad permanente

 

 

Muchas veces encuentro que las personas buscan la sensación de paz y equilibrio constante. Pensamos que el desarrollo personal consiste en eso, conseguir que nada te afecte y seas el dueño o la dueña de tu estado de bienestar.

 

Eso no es posible. El equilibrio constante no existe. Las personas somos el equilibrio en desequilibrio. Vivimos cambios, situaciones complejas, noticias o situaciones cotidianas del día a día que provocan cambios en nuestro estado de ánimo o en nuestra forma de pensar. Cualquier situación puede provocar un pensamiento automático que no puedes controlar. Una noticia impactante nos va a provocar una emoción que no podemos borrar o eliminar de golpe.

 

Todo forma parte de un proceso y con el tiempo, a rasgos generales, la situación se regula y vuelves al equilibrio. Es cierto, no nos sucede con todo y aquí está la clave. Seguro que has tenido un pensamiento esta mañana al que no le has dado importancia sobre el tiempo que hacía esta mañana pero al no tner una gran implicación emocional ni vital para ti, se ha ido. Al igual que has podido sentir una emoción sobre el clima y no te habrá durado mucho o no le habrás dado casi importancia.

 

La dificultad surge con lo que nos impacta emocionalmente, con lo que nos afecta o nos preocupa. En estos casos, los pensamientos no se van tan rápido y las emociones tampoco. Porque necesitamos atenderlo, tiene importancia e impacto en nuestras vidas y no podemos caer en el reduccionismo absurdo de que tú dedices lo que te afecta.

 

Esto no quiere decir que no se pueda trabajar, es decir, un miedo que nos bloquea a tomar una decisión es lógico que esté como también lo es que nos lancemos a ello y tomemos esa decisión con menos miedo. Como poder conseguir que algo que nos provoque tristeza días, nos termine ocupando horas o minutos.

 

En definitiva, nos podemos regular, pero no eliminar todo de cuajo desde la actitud.

 

Mito 2: ¡Sal de tu zona de confort!

 

 

Muchas veces este mensaje nos bombardea. Ponte nuevos retos, objetivos y metas. Todos los años una nueva. Crece y no te acomodes, no pares hasta que lo bueno sea mejor y lo mejor sea perfecto.

 

La zona de confort es una zona de comodidad y seguridad ¿por qué eliminarla? Cuanto nos cuesta muchas veces construirla. Encontar un espacio de seguridad con tu entorno, tu situación personal y laboral como para que ahora me tenga que estar saliendo todo el rato de ella. ¡No me fastidies!

 

¿Qué pasa con acomodarnos y estar agusto? ¿No podemos? ¿Por qué tengo que superarme todo el rato? ¿Qué necesidad tengo? Piensa en la última vez que fuiste feliz y no fue por un logro ¿Qué ha surgido? ¿Una cena con amistades, una tarde en el parque, un paseo tranquilo? Que poco estamos conectados/as a esa sensación y que buena y bonita es ¿no crees? No podemos enfocar todo en los logros constantes.

 

Otra cosa muy distinta, es que algo en lo que te has sentido cómodo/a siempre ya no sea así y quieras provocar un cambio y superar la barrera que te frena. Pero para eso, la zona de confort en ese área se ha tenido que convertir en disconfort. Lo que te daba comodidad y seguridad, ya no te lo da quieres algo nuevo ¡genial! Te invitamos a que leas nuestro artículo sobre los cambios. Pincha aquí.

 

Mito 3: Pretender que una dificultad se supere para siempre

 

 

¿Acaso podemos conseguir eliminar cualquier malestar emocional por una infancia traumática? ¿De verdad superar una fobia va a consistir en eliminar cualquier resquicio de miedo?

 

Otra situación bastante común es decir: ¿Por qué, si llevo AÑOS con esto, aún sigo sin superarlo?

 

Aquí hay dos trampas, en vez de una:

 

La primera, creer que un conflicto emocional serio se llega a superar o solucionar al 100% alguna vez. Pero ¿es que acaso hace falta esto para un estado de bienestar? ¡No, para nada! Podemos tener momentos magníficos a pesar de nuestros conflictos.

 

Y la segunda trampa, es considerar que porque no estamos en la línea de meta no hemos avanzado nada. En cada momento estamos en un lugar diferente, un poquito más lejos del punto de partida. Esto es lo que tenemos que mirar.

 

Una persona que crece interiormente se olvida de la idea de que hay «un punto de llegada» y sabe que cuanto más se conozca a sí mismo/a, más irá profundizando en las raíces y causas de ese conflicto, con lo cual éste quizás no desaparece pero sí lo entendemos mejor. Crecer es armarse de paciencia y disfrutar el camino.

 

Por tanto, y para concluir, el desarrollo personal SÍ ES:

  1. Caminar por la vida escuchando nuestras necesidades.

  2. Eliminar esta idea absurda de que tenemos que ser perfectos/as o superar todas nuestras sombras, mientras estemos en camino y comprendiéndonos, está más que bien.

  3. Entender que la conexión con nosotros/as es primordial ¡y la desconexión, a veces, también!

 

Si necesitas ayuda con algunos de estos aspectos, puedes consultar a nuestro servicio terapéutico en info@espacioitaca.com o al 655 687 900. Conoce nuestro servicio pinchando aquí

 

Artículo redactado por nuestro psicólogo Sergio Miguel Bellosta, nº de colegiado A-2815

 

 

Da tu opinión

*

captcha *